La crisis de Alianza Lima se ha trasladado gravemente del ámbito económico al futbolístico y parece, incluso, haberse instalado en el entorno humano. Ayer, la derrota ante Melgar en Arequipa, habría desatado la hecatombe. Finalizados los 90 minutos del choque en el estadio de la UNSA, los íntimos sumaron tres partidos consecutivos sin conocer la victoria y, con ello, una situación de desánimo alarmante con miras al “play off” frente al Juan Aurich de Chiclayo.
El primer indicio tuvo como protagonista al director técnico aliancista, Miguel Ángel Arrué, quien al ser consultado por el desempeño de su equipo arremetió en contra de la prensa local. Tuvo expresiones fuertes y en todo momento se mostró contrariado, declarando, incluso, en fuerte tono de voz. “La bronca es con nosotros mismos. No debimos perder el partido de esa manera, aun cuando ellos jugaban con 9”, señaló Arrué.
Tras ello, la prensa arequipeña y corresponsales de diarios capitalinos dieron cuenta que el camarín victoriano fue una olla hirviente. Casi todos los jugadores cruzaron reclamos y críticas por su rendimiento.
Trascendió además que el zaguero Carlos Solís y el volante Alexander Sánchez han sido declarados como “no habidos” en Matute pues no se presentan desde el viernes último. Ambos serían separados de la institución victoriana.
Fuente:elcomercio.pe
